¿POR QUÉ ACUDIR A PSICOTERAPIA? ¿ES REALMENTE NECESARIO?
- mujerespsinfronter
- 8 jun
- 3 Min. de lectura
La mayoría de nuestros colegas responderían con un rotundo sí: que la psicoterapia es necesaria, casi parte de la canasta básica. Y aunque coincidimos con el fondo de esa afirmación, no necesariamente con la forma en que se suele comprender.
Sí, siempre recomendaremos la psicoterapia; sin embargo, es importante entender que no es sinónimo de salud mental. Una salud mental “óptima” —si es que tal cosa existe— no se alcanza exclusivamente con asistir a sesiones semanales o quincenales. Está profundamente influida por realidades materiales y contextos socioculturales en constante transformación.
Contrario a lo que la nueva ola de la psicología en redes sociales puede haberte hecho creer, tu salud mental está atravesada por numerosas variables estructurales que muchas veces no pueden modificarse desde un proceso psicoterapéutico. Factores como los ejes de opresión y las desventajas sistémicas tienen un peso significativo.
Por ello, concebir la salud mental desde un paradigma individualista que ignora el contexto social y político no solo es obsoleto, sino que también puede resultar revictimizante. El malestar clínico, en la mayoría de los casos, tiene más que ver con el sistema que con la persona.
Una psicoterapia ética no promete borrar la violencia, la precariedad, el trauma o la carencia. Lo que sí puede hacer es brindarte herramientas para tomar las riendas de tu historia y desarrollar recursos que tengan sentido para ti, no para un manual ni para una opinión descontextualizada.
Nuestro enfoque feminista —nuestra especialidad— se caracteriza por acompañar los procesos psicológicos de las usuarias desde una perspectiva crítica y sensible a lo que hemos mencionado, sumando un análisis profundo de los aspectos patriarcales que históricamente han impactado el bienestar de las mujeres.
La socialización diferencial, las dicotomías con las que hemos sido leídas, la presión estética, la gordofobia, la indefensión aprendida, la patologización de nuestras emociones, la competencia entre mujeres, el temor a la soledad y la ética del cuidado... son solo algunos de los temas que abordamos en psicoterapia y que, sí, tienen todo que ver con el hecho de ser mujer.
Quizás a este punto te estés preguntando si los hombres no pueden tener problemas similares: el primo de un amigo que sufre por su cuerpo o por una infidelidad, por ejemplo. La forma más amable de responder a eso es decir que no es relevante para nuestro campo de estudio e intervención, que se enfoca exclusivamente en las mujeres.
La psicología, tal como fue desarrollada históricamente, tiene una gran deuda con nosotras. Aunque podríamos profundizar en ello en otra ocasión, podemos asegurarte que nuestro trabajo no busca discriminar a los hombres; simplemente, ya se ha investigado demasiado sobre ellos. Es revolucionario —y urgente— que existan espacios seguros y centrados en las mujeres.
Entonces, sí: la psicoterapia es importante, tanto como lo son mejores salarios, vivienda digna, la erradicación de la violencia y la eliminación de todas las formas de discriminación. No obstante, como psicoterapeutas y activistas de la salud mental, reconocemos nuestros límites: no podemos prometer cambios inmediatos en tus condiciones de vida. Lo que sí podemos ofrecer es honestidad, sororidad y acompañamiento en este difícil camino de contextualización y autocuidado.
¿Qué opinas ahora? ¿Ha cambiado tu perspectiva sobre la psicoterapia, o te sientes aún más confundida? Afortunadamente, semana a semana iremos compartiendo contenido que te permitirá profundizar en este mundo de la psicoterapia feminista.
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